Ganas de encarcelar

Hoy revisando los status de algunos amigos en Facebook me dí cuenta de que tengo algunos compañeros que son fuertes partidarios del proyecto de ley que busca darle cadena perpetua a los violadores de niños. Aparece algo así:

Me parece que en momentos de crispación y conmoción nacional, como el que ha causado este hecho lamentable , lo que hay que tener es cuidado. Respirar y pensar antes de legislar. Dejar de lado esas incontenibles ganas de colgar de los testículos a los culpables de esos crímenes tan horrorosos y pensar, y reflexionar concienzudamente si es pertinente y práctico rellenar las cárceles con delincuentes sexuales. Evitar que este tipo de reacciones primarias dominen el debate. Y después, con cabeza fría o en un cuarto retirado, analizar las herramientas y tomar decisiones sensatas.

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Ignoro lo que deba pensar al respecto. Me parece que la cadena perpetua para los violadores de niños es inútil si no se trabaja con ahínco en el refuerzo para capturar a los culpables y hacer que sus penas sean verdaderamente efectivas y no se reduzcan a fracciones por buen comportamiento. No sé. Pero, de cualquier manera, cualquier conclusión sacada del debate acalorada, apasionado y carnivorizado debe ser mirada con escepticismo y revisada con mucho cuidado....

1 comentario:

juan francisco muñoz dijo...

deacuerdo.
Lo apasionada de esta discusión puede llegar a sorprender.
Yo creo que existen varios tipos de abusadores y varias circunstancias en las cuales una atrocidad puede acontecer. Creo que la necesidad por entender las razones de estos hechos lleva a la gente a mirarlos todos de la misma forma, ocn el mismo lente, y por eso aborrecen cualquier aproximación por la cual el abusador o criminal no es visto solo como el malo.
Por ejemplo, con el último evento, se perdió de vista que era un crimen pasional. Y los crimenes pasionales abundan, tanto como los suicidios. La conducta puede llegar a desconcertar, pero no por eso creo hay que dejar llevar tan fácilmetne en juicios moralistas.