Las dos caras del gobierno Uribe



Andrés Fernández y Luis Guillermo Plata se parecen físicamente: Tienen cachetes protuberantes, narices salientes, abultadas barrigas, pelo negro y vastas entradas que, tal vez junto a cierta información de carácter genético, evidencian el desgaste típico de los administradores públicos. Pero aparentemente, la semejanza es sólo física: Ambos rellenitos, parecen ser los íconos criollos de tendencias diferentes. El Ministro de Comercio Exterior (el de la izquierda, para los que no saben) lleva la bandera de una tendencia moderna, del siglo XXI: Globalización, burócratas sencillos y competitivos, interconectados globalmente, culturalmente profundos y preocupados  por insertar al país de una manera eficiente al comercio internacional y aprovechar las ventajas de la globalización. Por otro lado, el tipo de la izquierda representa la imágen de burócrata que se podría tener hace unas décadas: Personajes desarrollados en un ambiente local y enseñados por métodos empíricos, aliados con políticos y sociedades locales, con políticas anticuadas (o regresivas, en este caso) y un fastidioso tono de arrogancia estatal.

Paradójicamente, esos dos íconos de corrientes tan opuestas convergen en un mismo sitio: El Gobierno de Álvaro Uribe. Lo que proyecta el ministro Plata, es lo que se ve en los foros internacionales sobre nuestra burocracia. Lo triste es que aquí esa imágen no gobierna: Gobierna la del ministro de Agricultura y la del ministro del Interior, Fabio Valencia....