Sobre los purificadores de la lengua...

Siempre me han causado curiosidad aquellas personas que buscan el racismo de las palabras: los aficionados a la perfección inalcanzable. Los Jaimes Ruices de expresiones exactas y cuadriculaciones de las expresiones culturales. Como los Nazis de la lengua que buscan la excelencia y la pureza de las expresiones de antaño. En fin, los purificadores del lenguaje.

A ellos no los leo ni les presto atención: Son ilusos y miopes: Miran nuestro español como algo que debe quedar intacto (libre de barbarismos, dice mi profesora de español), siendo que las raíces de muchas palabras y de la famosa riqueza de nuestro idioma proviene precisamente de la mezcla de años y años (y de barbarismos y barbarismos) que hubo en la península ibérica entre ibéricos, árabes, franceses, etc.
También es molesto que ignoran la naturaleza progresiva de la cultura: Como si los fríjoles no fueran buenos con Coca-Cola o los negros no se hubieran mezclado con los blancos y mestizos en América.

Y para terminar, me parece aceptable hacer una pequeña analogía entre los curas puritanos y los purificadores de la lengua. En últimas, buscan lo mismo: Pureza. Sólo que unos en los papiros y hojas de colegio, y otros en la mente. También ignoran cosas parecidas: La naturaleza del hombre. Y finalmente, caen en el mismo mal: el moralismo.

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