En su primera campaña de gobierno, el presidente Álvaro Uribe prometió eliminar las contralorias regionales en todo el país como una herramienta para combatir la politiquería y el inmenso tamaño del estado.
Tal vez muchos apoyaron su propuesta. En los 5 años que llevamos con el en el poder no hemos podido ver eso hecho realidad. Siguen allí, igual de inútiles como desde hace muchos años.
Analizando el escándalo de la Para-Política y los informes televisivos de conmovedoras muertes por niños que mueren de hambre en el Chocó, veo que se confirma el postulado, no sirven para nada, no han cumplido su función y le están costando al fisco demasiado, y no aportan nada como para sostenerlas como es en otras empresas y organizaciones estatales.
En ninguno de los dos casos fueron lo suficientemente insistentes (Ó ni siquiera conozco que hayan denunciado algo) y fueron el legislativo y judicial (Petro y la fiscalia en la para-política) quienes denunciaron y ejecutaron acciones.
Por otro lado, los medios se encargaron de hacer lo mismo con el Chocó, lo cual hizo que el ejecutivo de una vez por todas le pusiera atención a ese moribundo sitio de nuestra patria.
Nada de contraolorias regionales. Nada de acción. Pura ineficiencia.
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